Rodolfo Fierro, “El carnicero”

… Nació en 1880 en El Fuerte, Sin. De joven fue garrotero y ferrocarrilero. En 1912, tomó las armas para combatir la rebelión encabezada por Pascual Orozco.
Al año siguiente, se sublevó contra el gobierno de Victoriano Huerta. En septiembre se alió a Tomás Urbina incorporándose en las filas de la División del Norte, comandada por el Gral. Francisco Villa. En un principio, fungió como pagador, pero en noviembre participó en su primer hecho de armas al lado de Martín López.
Poco después, fue nombrado Comandante del Cuerpo de Guías, destacando por su intrepidez y su lealtad, razón por lo que a su gente se le asignaban las comisiones más arriesgadas. Participó en la batalla de Tierra Blanca, que le dio a Villa el mando de Ciudad Juárez, Chih. Su destacada actuación en dicho combate lo convirtió en el segundo del Centauro del Norte, quien le otorgó el grado de General, durante la parte más difícil de la campaña contra Huerta.
Participó en las tomas de Torreón, San Pedro de las Colonias, Paredón, todas en el estado de Coahuila, y en Zacatecas. En octubre de 1914, acompañó a Villa a la Convención de Aguascalientes y permaneció fiel a él cuando aquél rompió definitivamente con Venustiano Carranza.
Ejecutó al ciudadano inglés William Benton, cuya desaparición provocó más tarde un conflicto internacional con Estados Unidos e Inglaterra, y a Tomás Urbina, compadre de Villa y Capitán temido por todos. Su actuación en la campaña contra Carranza ya no fue tan brillante: en enero de 1915, fue derrotado en Guadalajara, Jal.; en el combate de León, Gto., intentó, sin consultar a su superior, tomar el Cerro de la Cruz, sacrificando inútilmente a muchos de Los Dorados. Villa furioso, mandó aprehenderlo y fusilarlo; se salvó de la muerte porque estando herido de bala, fue enviado a Chihuahua, en calidad de prisionero.
Cuando se recuperó, la División del Norte estaba en decadencia, por lo que fue perdonado. En los combates de Celaya, Gto., demostró una vez más sus aptitudes de guerrillero para acciones estratégicas; además, logró interceptar parte de las líneas de comunicación de Álvaro Obregón. Después fue herido en Trinidad y derrotado en Lagos, Jal., por Manuel M. Diéguez.
Por un exitoso ardid ocupó León, Gto., de donde se dirigió a Pachuca, Hgo., y luego a la ciudad de México, la que tomó por pocos días a mediados de 1915. Regresó al norte fortalecido por las fuerzas de Juan M. Banderas, situándose a la retaguardia de Obregón, pero fue derrotado por Joaquín Amaro en Salvatierra y en Valle de Santiago, Gto.
Por su lealtad fue nombrado Superintendente General de ferrocarriles en Chihuahua. Considerado como uno de los más crueles protagonistas de la Revolución, inspiró un cuento de Martín Luis Guzmán, titulado “La fiesta de las balas”. Su temeridad lo llevó a la muerte el 13 de octubre de 1915, en los pantanos de la Laguna artificial de Nuevo Casas Grandes, Chih. Se dice que se ahogó pues su caballo no resistió el peso del oro que transportaba, aunque es difícil concebir grandes riquezas en un ejército en franca derrota.
Fuente: INEHRM
